miércoles, 23 de octubre de 2013

Un famoso click de recuerdo

 Al bajar del taxi luego de muchas vueltas por calles recónditas de la ciudad de La Plata, con un hermoso día que acompañaba nuestro transitar. Llegamos a una casa pequeña con unas rejas chicas que dividen el paredón de la vereda que da a la calle. Ubicada en 25 entre 42 y 43 allí nos esperaba Claudia, una de las curanderas más conocidas de la ciudad La Plata, señora de unos 55 años con un pelo castaño rojizo, quien abrió las puertas de su hogar para que nos adentremos en su conocimiento
–“…Pasen chicos sin miedo…”  se sonríe pícaramente.
Al ingresar al living se observan las paredes cascadas, rastros de antigua pintura  y en ella cuadros viejos y gastados,  con muchas fotos antiguas además de numerosas figuras de estatuillas. Nos sentamos en unos pequeños sillones que ella misma había preparado para la entrevista. Veladores encendidos y puertas cerradas para recibirnos claramente cuidando la privacidad de su hogar, una ventana abierta dejaba oír los autos y el sonido de la calle mientras una leve brisa hacia golpear la ventana contra la pared, el ambiente se cargaba de energía con el pasar de los minutos se podía sentir  la ansiedad por comenzar a preguntar.
Allí luego de dejar los grabadores en una  mesita al lado de las cartas del tarot se dispone a dar comienzo la charla
Una conversación agradable, como si se tratara de personas que se conocieran hace mucho tiempo, con risas y un clima distendido que duro unos 40 minutos. Y que brindo más que una explicación. Aseguro -“…si soy una bruja jaja…” los rostros de impresión y sorpresa en mis compañeros eran una postal.
Claudia tenía un don poco conocido,  como hobbies escribía.
-“…mis escritos poco tienen que ver con lo que yo practico…” las caras de admiración en nuestros rostros se seguían haciendo más y más grandes.
Al preguntar de algún caso en particular que hubiera llamado su atención, se refirió a un intento de suicidio de una menor en el cual ella tuvo que intervenir
–“…el suicida no avisa, lo hace pero por si acaso tome recaudos y salí corriendo al lugar…” así se expreso Claudia en un caso muy específico, uno de los tantos que llegan hasta sus manos.
 Al finalizar una extensa charla, solicitamos autorización para tomar algunas fotos. Claudia accedió mientras ella, se fumaba un pucho, volvió a sorprender con una actitud cordial al desaparecer por unos segundos e irse hacia un cuarto trasero. Al regresar traía entre sus manos, velas de colores y su cámara fotográfica con la que nos retrato
“…para tenerlos de recuerdos chicos..,. ” menciona mientras da el mágico apretón.

 En el living de la casa antigua había finalizado una instructiva entrevista, luego de despedirnos volvimos a tomar contacto con lo cotidiano de la realidad.

Gonzalo Apaulaz

1 comentario: