miércoles, 13 de noviembre de 2013

Madre de la vida

Después de varios intentos fallidos conseguí la entrevista con Margarita, una “bruja” que asegura haber visto diez días antes de la muerte de que Néstor Kirchner que él iba a morir. 
Margarita además de ser vidente, es tarotista, práctica la aromaterapia, el reikie, terapias con piedras y lee las manos. Es muy dispersa y charla de lo que sea. Su deseo de niña era ser monja franciscana, quiso ser abogada y madre pero la vida le jugó una mala pasada. Pasa sus días en la soledad de su pequeño departamento en las afueras de La Plata y cumple años la noche de brujas. 


¿Cómo empezó todo esto que haces?

Desde niñita fui la diferente de la familia, siempre terminaba siendo la mala. Tengo antecedentes en mis familiares por vía materna. Mi abuelo era arriero, viajaba desde Lavalle, General Madariaga hasta Chile. Cuenta mi mamá que él sabía curar a sus compañeros, hasta amputaba dedos. Les enseñaba las celebraciones de Semana Santa, Navidad, ayudaban a los necesitados a pesar de que ellos vivían en un puesto de una estancia en General Lavalle. Cuando ella tenía siete años mi abuelo le dijo que si querían aprender a leer y escribir (como él viajaba no les podía enseñar) se tenían que ir a otro lugar. Mi mamá dijo que sí. En 1912 se vinieron a Ensenada, en una travesía que fue en caballo, tren, dirigencia y tranvía. Siempre fui muy religiosa, somos Católicos Apostólicos  Romanos, yo quería ser monja franciscana. No tenía mucha ropa, siempre usé el color marrón, incluso ahora no tengo mucha ropa, yo creo que fui María Antonieta. –Se ríe.
A los diez años me operaron de una peritonitis con perforación de intestino, ahí fue la primera vez que vi que algo. Pude ver un túnel iluminado por luz de neón, todo cubierto por esa luz, al fondo una luz tremenda y no eran los focos del quirófano y escuchaba campanas. –Hace el sonido de las campanas y busca complicidad.

¿Cómo vivís la religión?

Siempre muy abocada, no tanto a vivir la religión, sino a estudiar, a leer la biblia por conocimiento. Para leer sobretodo el antiguo testamento, las locaciones, las dislocaciones. Empecé a estudiar mucho. –Se para y me trae su dorada Biblia Sagrada, puesta en una caja de madera empapada en polvo. Al lado de su casa hay una construcción.
Yo ya estaba casada cuando empezamos a jugar a la “copita” y ahí empecé. Todos me decían “ay Margarita, vamos a preguntar”. Siempre me contestaba, me usaban mucho para preguntar. Con esas pequeñas cosas yo empecé a quedarme helada. Las primeras personas que atendí fueron amigos de mi cuñada que murió a los 33 años, ella estaba muy enferma. Venían a verla y ella se lucía diciendo “mira lo que hace mi cuñada”. Y así empecé. Ahí ya tenía unos treinta años.

¿Cómo es el tema de la videncia?

En general son presentimientos, por ejemplo una vez mi hermana vino a visitarme y estaba comiendo una galletita con mermelada y se manchó la camisa, ahí le dije “vos estas embarazada y es una nena”, ella me dijo que era imposible. Ahora tenemos a Marina dando vueltas. Cuando fue la guerra de los siete días, allá por el sesenta y seis, sesenta y siete, yo me desperté muy temprano, estaba muy ansiosa. Me fui tipo seis a lo de mi suegro a tomar mates, ese día tenía mucho miedo. No sabía si era algo que me iba a pasar a mí, a mi familia, a pasar en la ciudad, en el país o en el mundo, pero sí sabía que era algo que iba a ser muy feo, que iba a dejar muchas lágrimas, mucho llanto. Y al rato no enteramos que había empezado una guerra.

¿Vos estudiaste?

Hice muchos cursos, en algunas escuelas me enseñaron mucho. Hay una selección, una casta espiritual. Aunque debo confesar que yo quería ser abogada, pero en la escuela en la que estudié sólo me habilitaba para ir a la Facultad de Ciencias  Económicas, pero a mí no me gustó mucho. Fui casi dos años, pero no era lo mío. Ahora lectura, historia, filosofía sí. Y no pude estudiar porque tenía que pagar profesores para dar las equivalencias y mis padres no tenían dinero. Estudié aromaterapia, gemoterapia, psicoterapia, que es más allá del conocimiento, de la lógica. Después también estudié reikie que es un tipo de sanación, es transmisión de la energía cósmica universal a través del amor a Dios, yo no toco a nadie, se hace sobre los chacras por ejemplo en el tercer ojo o del conocimiento, el chacra de yo me amo y el chacra de yo amo, también voy preguntando qué ven, que colores, si se modifican y si hay emociones. Hay colores específicos para cada cosa. Ahí siempre voy viendo. Además trabajo mucho con las velas. La aromaterapia son las esencias que van abriendo los chacras y los canales.  Nosotros somos materia, alma y energía. La energía hace que vos vibres, que te vean, es el aura. Yo le paso energía cósmica universal a la gente, siempre es positiva. Yo siempre le pido ayuda al Sagrado Corazón.

¿Sanas a las personas que vienen a verte?

Yo atiendo a gente enferma, pero no hago sanación. Lo que hago es pedir sanación a través de velas, de luz que iluminó. Yo no lo hago, tengo para cada cosa un Santo.

¿Me contas más sobre la videncia?

Cuando viene la gente, yo escribo el nombre. Y ahí veo. A veces con mis amigas videntes, nos juntamos y nos ponemos a meditar con un solo objetivo y pedimos por alguien. Después cada una dice lo que sintió, lo vio y ahí vemos como seguimos.
La videncia es ver las cosas, o percibirlas en tu cuerpo. Son sensaciones que están afuera, que vienen del otro. Porque se siente todo. Cuando pasan cosas feas empiezo a descomponerme, y ahí nomás les pido a los Santos que ayuden a la persona y que me protejan a mí, porque pierdo energía. Para hacer reikie siempre tengo que pedir permiso, hay veces que la energía rebota y me vuelve a mí. Ahí se torna imposible.
No creo en los muñecos, en las cosas malas, lo único que sé que puede hacer daño es la envidia, o la ojeadura. Un nene se puede llegar a morir por una ojeadura.

¿Tenes alguna experiencia que quieras contar y que la recuerdes por algo especial?

Sí. ¿Te acordas cuando murió Nestor Kirchner? El día que él estaba en el estadio, en un acto que hicieron junto a Cristina, yo estaba mirándolo en vivo con mi hermana. Estábamos comentando sobre la cantidad de gente, cuando ella termina de comentarme le digo que veía a Néstor muy desganado y sin brillo. Vi que le faltaba aura en su cuerpo, ahí mismo le dije “este se muere en menos de diez días”. Y así fue. Eso fue una de las cosas más fuertes que me paso. Al igual que cuando se eligió al Papa Francisco, yo ya sabía de antemano que iba a ser él.  

Sofía Lezcano



No hay comentarios:

Publicar un comentario