jueves, 14 de noviembre de 2013

Una esquina muy peculiar


Al entrar al local vidriado y completamente empapelado, con carteles, volantes y otro tipo de propagandas. El lugar era de un piso era de tipo marrón claro, el lugar estaba lleno de velas de todo tipo y de colores. Habían dos sillas rojas enfrente de una meza de madera. Una sola silla azul, grande y cómoda, que era la del. En el hall de entrada se encontraban varios brujos “san la muerte”. Las paredes de colores blancos contrastadas con un línea negra que bordeaba todo el suelo, estaban resquebrajadas con restos de humedad. Un gran mueble con fotos de Juan Pablo Segundo, Venedicto XVI, y otras fotos de antiguos papas. Arriba de un gran mueble posicionado a la izquierda de la entrada un Gauchito Gil, enorme llena de ofrendas, dinero, cigarrillo y monedas. Las cortinas eran telas violetas que tapaban la visión del exterior con el interior. El piso lleno de polvillo reflejaba un estado de poca higiene. Al meterte en la sala de atención se ve un gran san la muerte gigante repleto de velas, tarros  y piedras. En la meza de la atención, una virgen maría, un Jesús y un santo desconocido para el público. Velas tapadas  y escondidas a través de su respaldo. Un viejo televisor 29’ lleno de tierra arriba del estante que lo sostenía, tres medallas y unas copas, con naipes españoles volcados encima de las premios. Un viejo equipo de música a la derecha del respaldo con discos arriba del, enfrente un estante que contenía velas y esencias. Cerrado y con un candado, abajo en el suelo piedras lizas de colores. Posters de santos en su espalda en una pared blanca similar a la del hall de entrada. En las esquinas de la unión de la pared y el techo telarañas  colgando. En la misma pared un perchero con atuendos viejos y de invierno, al lado un palo de escoba con su pala al lado. Unas mantas recubrían un banco de madera cerca de la ventana con herraduras a su lado. Abajo en el suelo papeles de diarios y revistas envueltas y hechas un bollo, tiradas en una de las esquinas que une el piso con la pared. Una pequeña puerta, de donde se sientan las personas que les preguntan a las cartas del tarot. En otro costado de la meza las famosas cartas tarotistas y monedas a su alrededor. Anillos y otros objetos en un cenicero con rastros de cigarrillos. Al salir del lugar de consulta botellas de importantes vinos se encuentran en la unión del hall con la sala de consulta.

Gonzalo Apaulaz

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